Curso de Piedra seca en Albendiego, para conservar el patrimonio etnográfico

Del 20 al 23 de julio de 2024, se celebrará un Curso de Conservación y Recuperación del Patrimonio Etnográfico en el Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara, centrado en la colocación de piedra seca. Este programa ofrecerá a los participantes conocimientos sobre esta técnica milenaria, incluyendo su historia, materiales y herramientas, así como ejercicios prácticos en el Cardoso de la Sierra. Las plazas son limitadas a 25 y el plazo de inscripción finaliza el 12 de julio de 2024.

Lo vivido en el Curso de Piedra Seca en Horcajuelo

Durante los días 28, 29 y 30, se llevó a cabo un curso en Madarcos, combinando sesiones teóricas y prácticas en Horcajuelo y la dehesa. A pesar de la lluvia del sábado, el entusiasmo de los participantes se mantuvo, gracias a las carpas que permitieron continuar con las actividades. El sol brilló al día siguiente, creando un ambiente propicio para el aprendizaje y el trabajo en equipo.

Esos muros que nos unen

Sujetaban tierras y servían para construir caminos,
domaban las aguas y evitaban destrozos en la
siembra, creaban fronteras en el campo que
mantenían a vacas y cabras en libertad condicional.

Piedra y Cultura

Desde el año 2015, a vueltas con  la transmisión de conocimientos y técnicas ancestrales. La conservación del paisaje, la creación hoy y el valor del
patrimonio #piedraseca #contusmanos

Comunidad Patrimonial de Fiestas Sierra Norte

Raíces Comunes, Futuro Compartido: Salvaguardando las Tradiciones de la Sierra de Madrid, una Comunidad Patrimonial en la Sierra Norte, un compromiso con el Patrimonio Inmaterial.

Cancionero de Agapito Marazuela

Agapito Marazuela Albornos, nacido en Valverde del Majano (Segovia) el 20 de noviembre de 1891 fue un folklorista, musicólogo y destacado dulzainero español. Pocas personas han tenido una dedicación tan grande a la recopilación de la tradición músical, en el caso de Agapito Marazuela, de Castilla (La Vieja), tradición que poco a poco se va perdiendo, fundamentalmente por el despoblamiento rural y por el desarraigo al nucleo familiar en el pueblo natal. Además de folklorista fue músico, destacado sobre todo como dulzainero aunque también tocaba la guitarra. Agapito adquiere su pasión por el folklore gracias a las canciones que cantaba su madre y a las elementales clases de guitarra del padre. Siendo muy pequeño es operado de cataratas y pierde un ojo y gran parte de la vista del otro, hecho que marcará toda su vida.